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Premier League El resumen
4 de diciembre de 2025

Liverpool vs Sunderland - Resumen: paso a paso, parte 2

Liverpool sumó un punto —o perdió dos, según cómo se mire— en un partido duro, marcado por un momento complicado del equipo y por un arbitraje que permitió mayor fluidez al rival, mientras interrumpía con frecuencia el juego del conjunto local.

Anfield
03/12
Liv 1
-
1 SUN
Forever 20

El empate del Liverpool contra el Sunderland se sintió menos como una pérdida de dos puntos y más como otra jornada marcada por la falta de ritmo y decisiones arbitrales cuestionables. Liverpool tuvo más del 67% de posesión y, al igual que Arsenal y Manchester City, es uno de los equipos más dominantes de la liga en este aspecto. Sin embargo, a diferencia de esos dos, sigue acumulando un balance negativo de faltas: comete más de las que recibe prácticamente en cada partido. La tendencia es tan constante que incluso podría aprovecharse en apuestas; en mi caso, en los últimos dos encuentros convertí €1 en €4.4 simplemente siguiendo ese patrón.

Alineación de Liverpool vs Sunderland, diciembre 2025
El XI del encuentro. Via @LFC en X

Slot presentó un once muy similar al del partido anterior contra West Ham, con Robertson como único cambio. Y aunque algunos medios llegaron a afirmar que el Sunderland “merecía ganar”, los números cuentan otra historia: Liverpool fue claramente el equipo más dominante, con 1.46 xG frente a apenas 0.42 xG del Sunderland y 629 pases completados contra 298 del rival.

Y eso sin mencionar que a los visitantes no se les podía rozar porque de inmediato caían al suelo, deteniendo el juego por casi un minuto cada vez. Con ese planteamiento y esa actitud, cuesta trabajo sostener que “merecían” llevarse los tres puntos.

Sin embargo, ningún medio pareció señalar esta manipulación constante del ritmo ni las interrupciones que hoy definen tantos partidos de la Premier League. El arbitraje de Attwell no hizo más que reforzar estos patrones, posicionándose de manera que bloqueaba líneas de pase y convirtiendo el encuentro en un espectáculo sin continuidad, donde mantener el ritmo resultaba casi imposible.

En la primera mitad, el Sunderland registró cinco disparos, cuatro a portería, pero tres provinieron de rebotes o desvíos sin verdadero peligro; la única amenaza real fue el cabezazo a balón parado que terminó en el poste. Por su parte, la construcción del juego del Liverpool fue más lenta de lo deseado, en parte por la estructura defensiva del rival. La posición más estrecha de Szoboszlai limitó combinaciones habituales en la salida, y el Sunderland canalizó repetidamente el juego hacia Robertson, quien terminó con 76 toques, más que cualquier atacante del equipo.

El “crecimiento” del Sunderland tras el descanso tuvo poco que ver con lo táctico y mucho con tres errores consecutivos del Liverpool. Konaté midió mal un cabezazo, Alisson falló en la salida con un mal pase y, tras el bloqueo de Van Dijk, el rebote acabó en el primer gol. El disparo original tenía apenas 0.02 xG, pero subió a 0.24 PSxG después del desvío. En juego abierto, el Sunderland generó solo 0.25 xG, muy lejos de justificar el gol pese a la narrativa mediática.

Slot decidió meter a Mo Salah para la segunda parte. El egipcio entró con energía y buena actitud, ayudando a sostener la presión con 47 toques en 45 minutos, pero incluso él tuvo que enfrentar múltiples defensores y escasas opciones por dentro. El Liverpool completó 210 pases en el último tercio, por solo 43 del Sunderland, aunque apenas cuatro de sus 23 remates fueron a portería.

El empate fue totalmente merecido. El disparo de Wirtz era una ocasión clara desde unos ocho o diez metros, y el desvío en Mukiele solo aceleró un gol que Liverpool había ganado por presión y dominio territorial. Los Reds registraron 33 toques en el área rival frente a 16 del Sunderland. Wirtz terminó con cuatro remates y la aportación ofensiva más consistente de la noche, apoyado por la insistencia de Jones, quien entró por un Joe Gomez visiblemente agotado pero que aun así dejó una buena actuación.

Los minutos finales casi lo deshicieron todo. El Sunderland dejó a un hombre adelantado en el saque de esquina del Liverpool (un detalle que el banquillo debería haber señalado a tiempo) y, tras un despeje largo del portero, Isidor quedó completamente solo desde mitad de campo. Solo la presión y bloqueo excepcional de Chiesa evitó otra derrota en casa, un momento que Slot calificó como “lo mínimo que merecíamos esta noche”.

El Liverpool terminó dominando todas las métricas significativas excepto el marcador. Una vez más, el partido se vio interrumpido constantemente, premiando la táctica de ralentizar el juego. Resulta frustrante ver cómo se repiten estos patrones partido tras partido. Aun así, esto representó una mejora respecto a los dos últimos partidos en casa.

Hasta ahora, el balance de faltas del Liverpool esta temporada es de –6, en contraste con el +19 del Manchester City, a pesar de que ambos son equipos de alta posesión (61.6% frente a 56.6%). City disfruta de una diferencia de 25 faltas a su favor siguiendo el mismo patrón de siempre.

Liverpool comete una falta por cada 1.26 intervenciones defensivas, mientras que a sus rivales solo les sancionan una cada 1.71. En cambio, City, Arsenal y Chelsea reciben un arbitraje mucho más equilibrado, y el Manchester United es quien tiene la mayor ventaja: a sus rivales les pitan un 26% más infracciones.

Con estadísticas del “whistle gap”, de Fbref.

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