Cinco partidos sin perder en todas las competiciones y dos porterías a cero consecutivas. No fue un ejercicio de dominio absoluto, pero sí de mucho control con una actuación profesional. El Liverpool perdió en el xG, pero lo sobrepasó: 1.89 xG que terminó en 2 goles para los Reds frente a 1.90 xG del Brighton que terminó en 0 anotaciones.
Arne Slot destacó que el equipo "trabajó duro" contra "un equipo muy bueno que siguió presionando hasta el final", y admitió que por primera vez en semanas el Liverpool tuvo "un poco de suerte".
El gol más rápido del Liverpool esta temporada llegó a los 46 segundos, con Joe entregando otra asistencia, su segunda en cinco partidos, esta vez para Hugo Ekitiké. El defensor inglés estaba teniendo una muy buena actuación cuando lamentablemente tuvo que salir lesionado. Su sustitución dio paso a Mo Salah, y ahí Slot volvió a demostrar una notable inteligencia emocional, lejos de condenarlo al banquillo, tal como harían muchos entrenadores, priorizó las necesidades del equipo por encima de su propio ego, y la decisión dio resultado.
Al descanso, Liverpool tenía el 60% de la posesión y 19 toques en el área rival, frente a solo seis de Brighton. Kerkez estuvo excelente, anulando a Minteh, mostrando calma con en momentos defensivos y confianza cuando se incorporaba al ataque. Wirtz también fue protagonista, con gran movilidad y una sensación constante de comodidad en el juego.
La segunda mitad fue más favorable en términos de fortuna que de control. Brighton salió con mucha energía, Liverpool perdió algo de dominio y desperdició varios contrasataques prometedores. Aun así, las cifras finales reflejan solidez: 18 disparos de Liverpool (4 a puerta) por 14 de Brighton (solo 1 a puerta), y por primera vez en bastante tiempo, los Reds ganaron el balance de faltas con un +7.
El partido de Salah merece un apartado propio. Slot dijo an final del partido que “las acciones hablan más que las palabras”, y en el césped eso quedó claro. Salah fue un jugador de equipo, mucho más asociativo que en otros tramos de la temporada: eligió pasar cuando antes habría forzado el disparo, participó constantemente y fue una amenaza desde el momento en que entró. Ganó el córner, ejecutó el córner y dio la asistencia del segundo gol a Ekitiké, para convertirlo en el mayor anotador de la temporada, el delantero francés está teniendo una gran campaña debut en Merseyside.
El Rey de Egipto pudo, y quizá debió, marcar también, pero los nervios parecieron jugar su papel. Aun así, se le vio fresco, rápido y afilado tras una semana y media de en la banca, lo que refuerza la idea de que una mejor gestión de sus minutos podría devolverlo a su mejor nivel. La gran incógnita es si Mo está dispuesto a aceptar ese rol. Lo sabremos después de la AFCON.
Esa asistencia le permitió alcanzar las 277 participaciones directas en goles en Premier League con Liverpool, la mayor cifra jamás lograda por un jugador en un solo club. ¿Será su última contribución con esta camiseta? Es una pregunta que sigue en el aire.
En el apartado negativo, además de Gómez, Szoboszlai tuvo que ser sustituido por molestias en el tobillo, que según Slot en la conferencia post-partido mencionó “no se veía nada bien”. La parte positiva es que Bradley estará disponible para el próximo partido y Frimpong volverá a entrenar con el grupo, por lo que podríamos ver rotaciones en ataque. Ojalá, ya sin más lesiones.
Las victorias a como visitante en Milán y en casa ante Brighton deberían silenciar parte del ruido. Liverpool presionó con intención, supo adaptarse a los contratiempos y defendió la segunda parte sin colapsar. No fue un partido perfecto, pero sí una demostración sólida de unidad y convicción. Después de la tormenta, dentro y fuera del campo, esta actuación sugiere que el equipo empieza por fin a encontrar su ritmo.
Si Salah seguirá en Anfield más allá de enero está por verse. Pero si esto fue una despedida, todo lo ocurrido la semana pasada pesa menos tras lo de hoy. Dio todo lo que tenía, y Slot dejó los problemas a un lado para permitirle hacer lo que mejor sabe. Fuimos testigos del nacimiento de una leyenda: 277 participaciones en goles de liga, logradas además siendo uno de los delanteros menos protegidos de la competición.
