Liverpool sufrió su tercera derrota consecutiva, esta vez ante el Chelsea en Londres y quedan a solo un punto por debajo del Arsenal. Ahora salte de Instagram, de Twitter y de Reddit y lee eso las veces que te sean necesarias durante las dos próximas semanas.
Uno de mis libros favoritos es Thinking, Fast and Slow (Pensar rápido, pensar despacio) de Daniel Kahneman. El concepto principal, resumido de forma simple, es que debemos tomar decisiones basadas en datos y evidencia, no en impulsos. Por eso tenía este resumen guardado desde el lunes por la mañana: en los últimos días, las narrativas entre aficionados, rivales y medios convirtieron la conversación sobre el partido en algo bastante tóxico. Al menos para quienes preferimos, cuando se trata de fútbol, pensar despacio.
Y es que basta con echar un vistazo a los comentarios en redes sociales para entender de qué hablo. Si alguien despertara hoy de un coma de dos años y leyera todo lo que se dice, pensaría que el Liverpool está al borde del descenso a la Championship desde la temporada pasada.
Pero la realidad es muy distinta. Liverpool fue campeón de la temporada 2024/25, tuvo posiblemente el mejor verano de su historia en materia de fichajes y está, hoy, a solo un punto del líder Arsenal. Entonces, ¿de dónde nace toda esta narrativa negativa y exagerada? De quienes piensan rápido, sin detenerse a analizar lo que realmente está pasando.
Desde mi punto de vista, los Reds hicieron un muy buen partido. Stamford Bridge nunca ha sido un lugar fácil, y el Chelsea sigue siendo un equipo con mucha calidad. Tal vez un punto habría sido suficiente para muchos, o tal vez no… no para quienes esperan que Liverpool gane todos los encuentros con cinco goles de Isak, tres de Ekitiké, dos de Salah y todos asistidos por Wirtz, como si esto fuera el modo amateur del FIFA.
Después de una semana en la que Liverpool mostró su versión más vulnerable desde la salida de Klopp, llega el turno de visitar al Chelsea en Stamford Bridge de Londres
El gol de Moisés Caicedo fue la jugada de menor valor esperado (0.04 xG) que Liverpool ha concedido, tanto en la Premier League como en Europa, desde el partido contra el Milan en septiembre de 2024. Más allá de ese detalle, el Chelsea no tuvo un solo disparo dentro del área del Liverpool hasta el minuto 59. Conor Bradley, en apenas su tercer partido como titular, recibió ya su quinta tarjeta amarilla de la temporada 2025/26, y los tres remates al final de los contraataques del Liverpool terminaron fuera del arco. Liverpool ya ha disputado cuatro partidos contra equipos que actualmente están dentro de los siete primeros de la tabla (Arsenal, Bournemouth, Crystal Palace, Chelsea), mientras que ningún otro club entre los nueve mejores ha jugado más de dos encuentros contra el top 7.
Ahora llegan unos 12 días de fútbol internacional. Estaré presente en el Suecia vs. Kosovo el próximo lunes, así que pronto compartiré un pequeño resumen de lo que promete ser un partido importante para el equipo escandinavo.
Liverpool volverá a la acción tras la pausa internacional en una etapa intensa, con siete partidos en apenas tres semanas. En la Champions League, los Reds enfrentarán al Eintracht Frankfurt como visitantes el 22 de octubre y recibirán al Real Madrid el 4 de noviembre. Además, se medirán nuevamente al Crystal Palace el 29 de octubre en los octavos de final de la EFL Cup.
En la Premier League, el calendario tampoco da respiro: jugarán ante el Manchester United el 19 de octubre en Anfield, visitarán al Brentford el día 25 y luego recibirán al Aston Villa el 1 de noviembre, antes de visitar al Manchester City el 9 del mismo mes. Todo esto, justo antes de la tercera pausa internacional de la temporada.
Liverpool suma cinco partidos invicto, ¿pueden creerlo? El equipo comienza a verse sólido y confiado y la temporada está aún muy lejos de terminar.
Con un penalti y una actuación contundente, el Liverpool logra callar el ruido provocado por los últimos resultados y la polémica desatada por el número 11, y se lleva una importantísima victoria en San Siro en su camino por la Champions League.
Un penalti innecesario y un rebote de último minuto permitieron al Leeds empatar el encuentro no una, sino dos veces, mientras Mo Salah añadió más controversia con declaraciones incendiarias tras el partido sobre su situación en el banquillo.
Liverpool sumó un punto —o perdió dos, según cómo se mire— en un partido duro, marcado por un momento complicado del equipo y por un arbitraje que permitió mayor fluidez al rival, mientras interrumpía con frecuencia el juego del conjunto local.